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Mujer ganó y documentó en las redes su lucha contra el cáncer

Jessicahillar

Más que fortaleza, Jessica mostró una actitud admirable ante sus hijas. Ella Armaba “Quimio Party” y llenaba la habitación del hospital con parientes y amigos.

“Estoy acá sola con mi corticoides, y bueno, me quedé sin camarógrafo porque estoy pagando poco”, decía en uno de sus videos subidos al Facebook, Jessica (37), en medio de lo que ella denominó “Quimio Party”.

Nadie se atrevía a filmar el momento en el que las agujas clavaban su piel, pero ella, para demostrar que no pasaba nada, se filmó a sí misma, así como lo hizo a cada paso que daba para mantenerse sana durante su tratamiento contra el cáncer. Tiene dos hijas, Nayara (8)   y   Thyara (10), ambas  se  cortaron  el  pelo  corto como ella. Ese momento en el que sus hijas le cortaron el pelo también fue documentado.

“Fueron muy valientes. A partir de ahí las pude contener. Tenía que encontrar la manera porque veía que se venían a largo plazo problemas en el colegio”, mencionó Jessica.

Al ser preguntadas las niñas, una respondió que así se veía linda su mamá y la otra, que se sintió feliz al cortarle el pelo.

El marido fue uno de los que más tardó en digerir la noticia. Recién después de seis meses se hizo la idea de que todo iba bien.

“A mí me diagnosticaron cáncer el año pasado, el 17 de diciembre de 2018. Fue un lunes, a las cuatro de la tarde, me dicen que tengo cáncer y yo lo tomé muy bien, o sea, la verdad que tenía que lidiar como lo hacen los demás”, contó.

Jessica afirmó que en todo momento se mantuvo espléndida, porque a pesar  de  la quimio, pelada, con la medicación, ella hacía ejercicio.

“Yo terminaba mi quimioterapia en el hospital, luego almorzaba en mi casa y después ya iba a nadar”, mencionó.

Su meta era no bajar de peso, es así que comía a pesar de no tener apetito. Afirmó

“Vamos a morirnos por lo menos con dignidad, digo, o sea, primero antes que nada dignidad, y es lo que yo pienso. Porque la muerte es una cosa inevitable, porque todos nos vamos a morir”, destacó.

Mantuvo su rutina

Porque la muerte es una cosa inevitable, Jessica mantuvo su misma rutina de antes de que le diagnosticaran cáncer. Con las niñas hacía ejercicio en su gimnasio.

“Caminamos una hora, a ella  (por  una hija) le gusta la  música, mantuve el  antes y el después, no cambió mi vida. No dejé que el cáncer me altere, me fui al cine”, recordó.

Su médico, el  oncólogo,  se  agarraba  de  la cabeza porque él no quería que saliera porque siempre estaba con las defensas bajas. “Entonces, yo dije que no quería vivir de esa forma, nada de evitar la multitud, yo estaba súper bien”.

respondió que así se veía linda su mamá

con orgullo que ninguna vez vomitó.

Contó que lo que siempre tenía en mente era dejar una experiencia de vida para sus hijas, algo que les sirva más adelante en muchas cosas. “Ante lo inevitable, la adversidad; ante lo que no se puede, hay que dejar lo mejor de uno”, recitó.

Amigas incondicionales

Mencionó que hizo una  fuerte  amistad con la enfermera que le atendió los siete meses de quimioterapia, fue como una hermana y participó del cumpleaños de una de las hijas.

“Me dice que trata de tomarme como ejemplo porque yo  hacía  invitación  para mi quimio, entonces yo llenaba la habitación con mi ‘Quimio party’, y eso se escuchaba desde los pasillos, entonces me decían que lo que yo hice, nadie lo hizo”, subrayó Jessica.

Reveló además que en su viaje a Argentina para hacerse la radiografía, le llamó la atención la cultura de ese país en el que se podía ver a mucha gente de avanzada edad yendo sola a sus sesiones.

“Adonde me iba, veía que la gente estaba 10 veces peor que yo; entonces, voy a un lugar y digo qué es lo que voy a hacer, voy a hacer algo diferente, voy a llevar alegría adonde voy”

“Tuve amistades que desde Paraguay se fueron a visitarme. Entonces, alquilé un

departamento cerca del hospital, y era cara la alimentación, entonces venía una amiga y me cocinaba por tres días, luego venía otra amiga y cocinaba por cuatro días, y así estábamos”, relató.

Llevar alegría

“Adonde me iba, veía que la gente estaba 10 veces peor que yo; entonces, voy a un lugar y digo qué es lo que voy a hacer, voy a hacer algo diferente, voy a llevar alegría adonde voy”, se mentalizó.

Y es así que soportó también las visitas de personas que ya la trataban de muerta: “Te entierran en vida”. “Tengo amistades que me vinieron a llorar en mi casa, desesperante era. Yo les decía, por qué llorás, si estoy súper bien. No, y justo a vos te tiene que pasar que sos súper joven. Tengo más de 10 personas que lloraban acá”, dijo.

Tan solo hace unos días, el 1 de diciembre, inauguró su canal de YouTube. Tiene todas las fotos y los videos en el Instagram y en el Facebook. Las historias las está subiendo de a poco en la cuenta Jessy Hillar.

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